Con un pie entre Valencia y Murcia y  el otro en Holanda, El Gran Domingo cae al frente de una escena Indie-Pop, con más ganas de primavera y festivales que nunca. El pasado 22 de Marzo salió «Paisaje», el cuarto adelanto de su primer álbum. ¨Carnaval¨. Y a finales de abril le toca el turno al quinto “Tan cerca”. Este primer trabajo discográfico supone un manifiesto por la vida y la celebración en tiempos de pandemia e incertidumbre global. Ocho himnos que se intuyen dispuestos a ser coreados y a perdurar en el neocórtex de la especie humana.

Fue en  Amsterdam, donde se cruzaron, hace ya algunos años los dos primos hermanos artífices del proyecto, Luijo Argemí y Samuel Vidal. Luijo estaba desarrollando carrera como percusionista en grandes bandas de la escena valenciana, cuando le vino la idea de estudiar canto en el conservatorio de Rotterdam, a pesar de que nunca había cantado en público. No terminó la formación, pero actuó como front-man en los mejores festivales del BENELUX. Samuel es pieza clave de la música de Rozalén desde sus inicios. Compagina su actual carrera en el proyecto de la artista manchega con su otra pasión, la producción musical.

El proceso creativo está claramente repartido Luijo, esboza la canción a guitarra y voz  y Samuel,  dirige  ese primer esbozo a la mínima expresión para después guiarlo hacia una producción discográfica elaborada con una paciencia y mimo a la que no estamos acostumbrados en estos tiempos de celeridad que nos tocan vivir.

Este tándem de primos se completa con músicos de la talla de:  Oliver  Martín de la Cruz a las guitarras, Julio Martín a las teclas, Andrés Belmonte al bajo, Tete Moragón a las baterías, Enric Crespo a la guitarra, Lauriane Ghils   a las percusiones y Alberto Molina a las percusiones. 

El disco ha sido grabado entre Baboon Records y Ham-On Studio, mezclado por Alberto Liras y masterizado Antonioen PKO estudios.

Cuando escuchamos a El Gran Domingo escuchamos un sonido  muy familiar y sincero. Aquí la claridad de la música y el mensaje ganan a cualquier pretensión artística. Sus canciones no tienen un lugar concreto para ser escuchadas, son tan buena compañía en el sofá de casa como en un paseo por los jardines del Turia.