La que se lió ayer en el Arenal Sound tuvo proporciones bíblicas. Y es que un diluvio universal dejo caer en un tremendo tormentón veraniego 60 litros por metro cuadrado (según la Agencia Estatal de Meteorología) y, no solo interrumpió los conciertos, sino que también anegó las entradas al recinto y las zonas de acampada con hasta medio metro de agua.
Por la tarde, una primera tormenta interrumpió la actuación de Jero Romero. Pero, posteriormente, el cielo se abrió y dejo que los «sounders» se secaran y pudieran disfrutar de un conciertazo de La Pegatina, con el arco iris de fondo.
Pero lo peor estaba por llegar, y es que de madrugada una auténtica tromba de agua volvió a descargar sobre Burriana, malogrando el concierto de Rudimental, y haciendo que la organización tomara la decisión, por motivos evidentes de seguridad, de suspender el resto de actuaciones, entre las que se encontraban las de Vitalic, que era una de las más esperadas por muchos de los asistentes, y la de John Newman.
En plena madrugada, y tras la petición de la organización de que se abandonara el recinto principal, muchos de los festivaleros vieron como las zonas de acampada se habían convertido en un gran lodazal, y que la mayoría de sus cosas estaban bajo un palmo de agua. Así que muchos se quedaron sin saber dónde dormir y sin nada seco o limpio que ponerse. 1000 de ellos fueron realojados en un pabellón deportivo próximo, donde fueron atendidos por la Cruz Roja.
Los organizadores se han volcado para solucionar los problemas derivados del increible chaparrón. Primero intentando habilitar zonas donde los campistas pudieran descansar y organizar sus cosas, pero también haciendo lo posible para devolver a la normalidad el área de conciertos, y dejarlo todo listo para la jornada de hoy.
Esta mañana las redes sociales eran un hervidero. Muchos se quejaban (algunos con comentarios realmente incendiarios) de la falta de planificación y de infraestructura ante una situación, la del riesgo de tormentas fuertes, que se venía anunciando. Otros, con más resignación y comprensión, intentaban poner algo de paz ante una situación que, efectivamente, sobrepaso de lejos a la organización. Y, desde luego, no han faltado los que vieron el lado positivo y siguieron de fiesta. De todas formas, y como decía uno de los más positivos esta mañana en Twitter «Esto en Glastonbury pasa todos los años, y nadie se queja»
En cualquier caso, y a pesar de que circunstancias como la de ayer son difícilmente previsibles, no deja de ser un buen toque de atención para los organizadores, tanto de este festival como de los tantos otros que en estas fechas tenemos en nuestra geografía. Y es que no tenemos que olvidar que estas cosas pueden pasar, y que son muchos los miles de personas que se congregan cada día en estos eventos.
Si no pasa nada, esta noche volverán a funcionar los escenarios con normalidad para actuaciones como las de Supersubmarina y The Hives.
Pero, no os dejéis el paraguas. Vuelven a anunciar lluvia…