Y Maika enamoró hasta a las hojas de los árboles del botánico…
Pasadas las 21.30 del viernes, hacía su aparición nuestra querida y admirada Maika Makovski en la plaza de los . Un público bastante diferente al del anterior concierto celebrado en el mismo lugar el pasado día y que tuvo como protagonista a Ángel Stanich, lo que demuestra la acertada variedad musical que ofrece este gran ciclo de conciertos acústicos.
Maika pisó el escenario de la Plaza de los Magnolios acompañada de su guitarra Fender Telecaster y de un precioso piano Yamaha, además de una maravillosa cadena atada a su bota con la que conseguía imprimir a algunos de sus temas del ritmo y sonoridad necesarios.
Natural, espontánea, cercana y divertida la compositora y cantante mallorquina comenzó el concierto con “Language” de su último disco de estudio Thank You for the Boots, demostrando desde el primer momento su poderío vocal, un tema que es una llamada de atención a lo impersonal de los tiempos actuales, el anhelo de que despertemos y que haya una vuelta atrás, una vuelta a la propia naturaleza. Continuó con «Blonde Poetry » y la trascendental «When the dust clears», canción con una atmósfera elevada y cierta aureola de solemnidad. Poco a poco Maika conseguía introducirnos en su mundo luminoso y melódico y dejándonos llevar por su voz en una atmósfera mágica.
Sonó «Pushka», canción en macedonio, curiosa tanto por el ritmo como por la sonoridad del idioma, «Body» ( imposible no moverse al ritmo de «My body is old My body is ill My body es brilliant My body still My body ugly My body heavy My body needs you ‘couse it don’t have me. My body left no you, it’s left no you, My body maybe hungry but my soul is livin’ a live, baby ‘Couse we won’t a see you and never pretty me again») y la genial «Cool Cat» con Maika desplegando sus grandes dotes al piano.
A Continuación llegó uno de los momentos más divertidos de la noche cuando Maika anunciaba su siguiente tema «Friends», o como ella denominaba entre las carcajadas de la propia artista y el resto del público «Folla Friends» y es que esta canción es encantadora y perturbadora a la vez, quizás por el contraste entre la dulzura aparente y lo perverso del contenido «When I said that we could be friends, I meant perhaps we could get undress or lay toguether once in a while. What could be so bad about that?
Llegó el turno de «Places where we used to sit» con esetoque folk que quedó de maravilla, la bohemia y urbana «Iron Bells» y la enérgica «Downtown». Con el respetable con ganas de más, Maika pueso el broche perfecto al concierto con «Ruled by Mars», uno de esos temas que gana aún más cuando lo escuchas en directo y los ves jugar con el tempo y la intensidad y cerrando con «Songs of distance» donde pudimos deleitarnos con los silencios y las virguerías que Maika hace con la voz al final de la canción para después dejarnos embelesados mientras ella abandonaba el escenario con un gran salto.
En definitiva, una noche mágica y especial donde Maika Makovski desplegó su amplio registro vocal y derrochó energía, simpatía y profesionalidad. Una artista capaz de cantar de manera dinámica, intensa, vigorosa, traviesa, sensual, intimista o melancólica e incluso combinar algunas de ellas y que la convierten en una artista única y por la que sentimos un gran respeto y admiración.