Tras los exitosos conciertos de Julio de la Rosa y Modelo de Respuesta Polar, el pasado viernes el ciclo de acústicos Sons al Botànic continuaba con el directo del peculiar y autodenominado cantautor lisérgico Angel Stanich. Una actuación muy esperada tanto por el entorno como por el contenido, ya que el privilegiado enclave del concierto junto con las escasas apariciones del cantante y compositor dotaron a la velada de un aire especial y diferente, un acústico íntimo e irrepetible.
El santanderino, conocido como el ermitaño del rock, pisaba el escenario de la Plaza de los Magnolios del Jardín Botánico acompañado únicamente de su guitarra y armónica con algo de retraso, por ello sus primeras palabras fueron de disculpa por dicha tardanza. Altas eran las expectativas y Stanich supo corresponder conectando desde los primeros acordes con un público muy participativo y con ganas de pasarlo bien.
Ácido, enérgico, reivindicativo, políticamente incorrecto («el caloret» o «Rita Arderá» no podían faltar entre sus alusiones) y muy divertido atreviéndose incluso a hablar con acento valenciano, fue desgranando una a una las canciones de su primer disco Camino Ácido; «Amanecer Caníbal», «Río Lobos» o «Mojo» de su último EP Cuatro truenos cayeron, sonaron firmes, vigorosas y eficaces pero fueron «La Noche del Coyote», «Miss Trueno 89» y El «Outsider» las que resultaron especialmente intensas y emotivas, revelando la calidad de las letras de sus canciones.
Mezcalito y Metralleta Joe, con Stanich cantando y bailando entre un público entregado y con rotura de cuerda de guitarra incluida pusieron el broche a un gran concierto que dejó al respetable con un muy buen sabor de boca y con muchas ganas de que llegue ya el 15 de julio, fecha en la que tendrá lugar el próximo acústico dentro de este fantástico ciclo de conciertos, esta vez a cargo de Maika Makovski y para el cual estás a tiempo de hacerte con tu entrada pinchando aquí.
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