Artista: Love of Lesbian

Día: 11 de Enero de 2014

Hora: 22:00

Lugar: Sala Noise

Reencuentro en noche azul.

No soy capaz de recordar las veces que los he visto en directo. Pero lo que si recuerdo es como, con el paso del tiempo, sus conciertos fueron gustándome cada vez un poquito menos. Y las canciones eran las mismas, y lo que me transmitían sus letras era lo mismo. Pero daba la impresión de que ellos ya no eran los mismos. Y esto llevó al punto de que no fuera a verlos la última vez que vinieron a tocar a Valencia.

¿Que por qué? Pues tengo la impresión de que debe ser muy difícil mantener el nivel de intensidad cuando haces lo mismo muchas noches a lo largo de los años. Y es que la larguísima gira “1999” que siguió a la salida del disco del mismo nombre, con el que muchos les conocieron y que supuso el salto del grupo al estrellato, parece que condujo a Santi y los suyos a un cansancio que, inevitablemente, se notaba en el escenario, a pesar del buen hacer de los lesbianos. Producir otro disco aprovechando el éxito del anterior y presentarlo en festivales, donde los grandes escenarios hacen que la relación con el público sea también más fría… Debió ser agotador.

Así que nos dirigíamos a las Sala Noise un poco expectantes. Lo que sí estaba claro es que siguen teniendo un público absolutamente fiel que, después de llenar el aforo para el sábado, hizo que la organización abriera otra fecha ese mismo viernes, que también se lleno por completo. Ya se veían en la cola un buen número amantes guisantes y fans de John Boy.

Empezaron despacio, con la envolvente “La Noche Eterna”, para ir desgranando “La Noche Eterna. Los Días No Vividos” a través de “El Hambre Invisible”, donde se lanzaron con unos scratches, o “Los Seres Únicos”. Pero a lo largo de 23 canciones y dos horas largas bien servidas de sus canciones de letras elaboradas les dio tiempo a repasar también los mejores temas de “1999”, donde no podían faltar “Club de Fans de John Boy”, “Segundo Asalto”, “Incendios de Nieve”. Incluso de LP’s anteriores con “La Niña Imantada” o “Las Noches Reversibles”. Y en este repaso hubo momentos especiales, como antes de empezar a tocar “1999”, en el que un agradecido Santi recordó que en Valencia fue donde, según sus propias palabras, “va començar tot”. O con una “Allí donde Soliamos Gritar” que empezó casi como un acústico, únicamente con la voz y la guitarra, para que se uniera el resto del grupo a media canción.

Pero lo que más me gustó fue volver a ver al LOL que recordaba de los buenos tiempos. Ese grupo de gente que disfruta en el escenario, que se ríe y hace rondas de chupitos de tequila mientras el señor Balmes cuenta anécdotas llevando gorros de animales en la cabeza. Que hace que el público se vuelque y les sumerja en una lluvia de ropa, sujetadores y tangas incluidos, como ocurrió en “Pizzigatos”. Capaces de hacer un concierto-espectáculo-show-fiesta, en algunos momentos más fiesta que concierto, como cuando tocaron “Algunas Plantas”, aunque ya no salgan disfrazados con trajes plateados o hayan dejado de hacer coreografías.

Eso sí, si anteriormente reservaban esas canciones de desparrame donde todo el mundo salta y grita para la despedida, en esta ocasión las elegidas fueron las íntimas “Domingo Astromántico” y “Oniria Contra Insomnia”, que hicieron que nos fueramos de allí con un dulce sabor de boca.

Y así terminó una noche memorable. Mientras “Los Niños del Mañana” nos despedían, la gente recogía sus chaquetas, y yo notaba que me había reencontrado, otra vez, con estos genios.